Los «no-coiners» están en extinción y le abren paso a los usuarios potenciales

«No-coiners» fue un término que designó a quienes no estaban interesados en usar las criptomonedas, pero con los años ha evolucionado hasta incluir a quienes creen que los criptoactivos son «una burbuja» que no son dinero real y que la industria está condenada la fracaso. Al respecto, la CEO de Unicorn Hunters y presidente de Unicoin, Silvina Moschini, explicó en una columna para Euronews cómo la evidencia sugiere que estos escépticos están en declive, mientras el ecosistema cripto se fortalece y es legitimado por los inversores institucionales.

«La narrativa de quienes se niegan a imaginar un futuro en el que las criptomonedas formen parte integral del sistema financiero parece ahora forzada, egoísta e incluso fanática. Pero, en cualquier caso, sólo estamos hablando de una minoría ruidosa. Curiosamente, en 2024 el término «no-coiner» ya no parece ser sinónimo de rechazo, sino que ahora se asocia a usuarios potenciales», explica Moschini.

Esta noción se respalda en la data disponible: la adopción mundial de criptomonedas aumentó un 34% sólo en 2023 a 580 millones de usuarios. Según Statista, esta cifra podría crecer hasta casi 833 millones en 2024 y alcanzar alrededor de 992 millones en 2028.

En el apartado legal, Estados Unidos todavía no tiene un marco regulatorio establecido, pero más de 42 países han sumado los activos digitales a sus legislaciones, incluyendo la Regulación sobre Mercados de Criptoactivos (MiCA), de la Unión Europea. En otros países, como Brasil, exploran las posibilidades de desarrollar sus propias monedas digitales de bancos centrales o CBDC.

Del dilema de invertir al dilema del uso

Todo esto apunta a que la adopción de criptomonedas seguirá creciendo y engranándose con el sistema financiero tradicional, afirma Moschini, quien considera que en ese escenario, los «no-coiners» ya no son quienes están en contra de las criptomonedas, sino que simplemente no les han encontrado un uso adecuado a sus necesidades financieras específicas.

Las criptomonedas se han diversificado tanto que actualmente hay quienes apuestan a Bitcoin para hacer holding de forma indefinida, mientras el uso de las stablecoins crece como refugio para la inflación en países donde las monedas locales están debilitadas, como Argentina.

«De cara al futuro, el dilema ya no será si invertir o no en criptomonedas, sino cuál elegir y con qué fin. Creo que el futuro de las criptomonedas estará ligado al respaldo en activos, a organizaciones de reporten públicamente, que creen valor y mejores experiencias para sus usuarios», finalizó Moschini.